Hace ya un buen tiempo me vi esta película, la cual parece ser un remake de su homónima, pero de 10 años antes. Un amigo la trajo para que la viéramos por Halloween, y nos dejó sin palabras por varias razones.
Es bastante bizarra, aunque eso es lo que uno se espera. Dos chicos muy intrusivos tratan continuamente de entrar en la casa de los Farber, una familia bastante normal. Estos chavales simplemente piden huevos, pero no paran de romperlos, y poco a poco comienzan a desesperar a la familia. Lo que comienza como algo que parece una trastada de niños, comienza a convertirse en un secuestro.
La familia Farber es encerrada por los propios chicos, y todo intento de echarlos parece ser completamente inútil, pues parece que tuvieran todo previsto. A lo largo del día, y después la noche, se vuelven más violentos, y la película se vuelve un festival de tortura.
Esta película no la disfruté. Algunas escenas son excesivamente lentas, y aunque me gustan las películas de Horror, esta es una excepción. La película incomoda, más bien tenía ganas de que acabara cuanto antes. Y aunque el final, conocido por lo polémico que es, es inteligente y me gustó, no quita que el resto del filme fuera bastante insufrible.
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